El punto de partida para cada obra, son mis sentimientos y emociones.
No hay nada dispuesto de antemano, con excepción de los colores,
porque esa elección, está unida a lo anímico.Durante el transcurso creativo, las obras pueden ir cambiando,
en cuanto a formas y texturas, hasta llegar a un final sorprendente.
Esto es así porque no hay nada preestablecido. Sólo esperar la inspiración,
y el resultado: “originalidad”.Generalmente hay un predominio de lo abstracto y matérico, sobre lo figurativo.
Con una base común: los acrílicos.